Nuestra historia comienza en verano de 1972, cuando Begoña y sus hermanas, veraneantas de Bilbao, paseaban por El Collado.

En ese momento, Lorenzo manejando una carretilla de obra y lleno de cal hasta las pestañas, les cedió gentilmente el paso. El flechazo fue instantáneo. Begoña se enamoró del pueblo y el alcalde se enamoró de Begoña.

Formaron un buen equipo.

Mi padre Lorenzo, además de ser constructor, tenía su propia cantera donde trabajaba la piedra. También cuidaba de sus viñedos.

Polifacético en sus aficiones: fotógrafo e historiador, con grandes inquietudes acerca de la historia, la prehistoria y las tradiciones de Laguardia.

Era miembro de la Sociedad Bascongada de Amigos del País, entre otras cosas.

En 1974 terminó la obra de rehabilitación de nuestra casa familiar, Legado de Ugarte, en la calle Mayor 17. Todo ella construida con piedra de sillería y forja.

Sucesivamente fue construyendo diversas edificaciones entre las que hoy conforman LegadodeUgarte.com.

Mi madre Begoña, mujer emprendedora, con iniciativa y visión; comienza su andadura laboral compaginando maternidad, familia y negocio. Ese mismo año abre el Restaurante Begoña. Un restaurante de comida casera con 6 habitaciones dobles en la primera planta.

Trabajadora incansable y muy carismática lleva adelante su proyecto durante 30 años, albergando y dando de comer a trabajadores y turistas.

En 2007, dedicándome a la enseñanza; comencé mi propio proyecto personal.

El 18 de marzo del 2008, tras una reforma integral, puse en marcha Legado de Ugarte. Mi primera casa rural, ubicada en la primera planta de mi preciosa casa familiar.

Dos años más tarde y tras otra importante obra de reforma, comenzó su marcha otro alojamiento muy especial para mí, Legado de Zabala, mi segunda casa rural.

Debido a mi gusto por mi trabajo y la buena respuesta por parte de mis huéspedes me animé y, progresivamente, rehabilité otras dos grandes viviendas: La Casa de Lorenzo y La Casa de Begoña.

La última pincelada en mi historia, a punto de cumplir la mayoría de edad de mi empresa ha sido la restauración y acondicionamiento del calado.

Y así continúo con mi legado. Recibiendo a mis huéspedes que disfrutan tanto del encanto de mis alojamientos como de mi noble, leal y coronada villa de Laguardia.